Por lo general en casa realizamos tres comidas principales en el día: el desayuno, la comida y la cena. 

El desayuno puede ser dulce o salado, puede ser de hacer en el momento o de calentar en el momento algo ya hecho, o bien de consumir frío algo ya preparado previamente.

Respecto a comidas y cenas, son indistintas y son un plato único equilibrado y completo en sí mismo.

No solemos tomar postre y si tenemos hambre después de comer, acabamos con una pieza de fruta natural y de temporada.

Entre horas si tenemos hambre solemos optar opciones muy sencillas como por ejemplo un café con leche a media mañana o una pieza de frutas y/o un puñado de frutos secos a media tarde.

Los postres dulces de elaboración casera son algo que reservamos a las ocasiones especiales y es bastante excepcional. Tanto, que en esas ocasiones no nos importa optar por algo casero o algo comprado, si en ese momento es más conveniente. Al ser algo excepcional, la elaboración es menos relevante. Por eso no encontrarás aquí una sección de recetas de postres.